CAFÉ LITERARIO "EL TANGO ENTRE VOS Y YO" (HOY COCA DIMASSIMO)

19 de Enero de 2010

A todos los presentes, muchas gracias por participar de este café literario que a través de la ocurrencia de Mario Albornoz, nos encontramos reunidos en algo que considero realizarlo en forma sumamente cordial, ya que estamos entre grandes gomias ¿verdad?. Lo menos que deseo es realizar algo retórico, pero nada, quizás en alguna otra oportunidad que la ocasión lo requiera y la circunstancia lo amerite, entonces emplearemos todo lo protocolar necesario, con esto no quiero que nadie se sienta tocado, por que este…”tango entre vos y yo”, sea bien polenta, dejando el caviar negro, para otra ocasión.
ENTRE GAITAS Y TANOS
Los conventillos se vistieron con gran gala porque el gallego de la sapie 6 del convento de don Juan Albornoz, se le dio por casarse con la Mónica, que vivía en el convento de frente, el trompa, Alejandro Mozzi, a pesar que había colaborado en engalanar con cintas y globos, no estaba muy a gusto, ya que decía que el gaita no era para la bella móni (como la llamaba él) o sea que había una pica entre los capos de los conventos, ya que don Juan Albornoz, estaba chocho que se le casoriara un andaluz y encima había nacido en su pueblo, y como buen agrandado, mama mía, no lo paraba nadie… pero la cosa es que llegó el momento de juntarse pa´ festejar, y fue allí donde se armó la de san quintín, porque el querido tano Mozzi, no dejaba cruzar a la Moni (quien era como una familia) y batía que fuera el gallego Marito Albornoz a buscarla como corresponde. Después de varios dmes y diretes., Don Juan se cruzó con su protegido Marito y del brazo muy orondos, la parejita entre aplausos y gaitas que le hacían de orquesta.
Por fin brindaron con alegría. Parecía que todo se había calmado, cuando le cazó la tanada al Alejandro Mozzi e hizo callar a los gaiteros que lo aturdían y empezó con su verdulera a tocar varias tarantelas y entre medio de tanto despelote, por fin entre el vinacho y otra bebidas hicieron de las suyas y terminaron morfando, chupando y bailando hasta las 6 de la matina. Al despertarse se encontraron todos mezclados entre gaitas y tanos, formándose una gran camaradería entre todos.